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Aris_Member_SocietyLa tormenta financiera en Grecia, seguida por una falta de interés  en actividades de inversión y crecimiento, también ha afectado a su fútbol. La primera división, la Superliga griega padece niveles inmensos de deuda, mientras que la situación del otro deporte importante en el país, el baloncesto, tampoco tiene mejor pinta, el Olympiakos y el Panathinaikos siguen siendo hegemónicos pero los ingresos de los otros diez clubes son escasos.

Esta situación ha llevado a tres de los clubes más importantes del país, Panathinaikos, AEK y Aris de Salónica a contemplar otro modelo: la propiedad de la afición. Aunque la sola adopción de este modelo no garantiza la mejora en la gestión, es sin lugar a dudas, un paso en la dirección correcta al dar la oportunidad a las aficiones de involucrarse en el club, pudiendo relacionarse con la institución e incrementando los beneficios financieros y culturales que esta conexión conlleva. El marco legal vigente en Grecia es, en este sentido, más flexible al estar más próximo al alemán o el sueco que los modelos de imposición de la forma jurídica mercantil de Italia, España o Inglaterra.

Tanto el fútbol como el baloncesto están profesionalizados en Grecia y sus clubes, o mejor dicho sus ramas profesionales, son sociedades mercantiles por acciones, pero, al contrario de lo habitual en España, el club matriz, de forma jurídica de tipo asociativo democrático, mantiene por mandato legal el 10% de esas acciones. Cualquier aficionado puede convertirse en socio del club democrático, votar en sus elecciones y dirigirse a la asamblea general del mismo. No obstante, dado que el club democrático es además el responsable de los deportes amateur y grupos de entrenamiento de la institución, el Aris y el Panathinaikos han creado sus propias asociaciones diferenciadas con el fin de especializarse en la tenencia y administración de acciones del club profesional (sociedad mercantil). El AEK, sin embargo, descendido a la tercera división el año pasado, se ha transformado automáticamente en club amateur democrático y volverá a convertirse de nuevo en sociedad mercantil cuando ascienda a primera. El otro club de Salónica, el PAOK, ahora propiedad del millonario greco-ruso Savidis ha tratado también de abrir el accionariado a los aficionados, incrementando los niveles de transparencia mediante la apertura de su accionariado hace unos años a todo aquel interesado en invertir y participar en las asambleas.

Allá por 2006, el Aris fue el primer club en introducir el concepto de propiedad de la afición en el fútbol profesional griego, llegando a una cifra superior a 10.000 socios, tantos como el Panathinaikos que hace ahora dos años que comenzó su proyecto de propiedad de la afición. El PAOK por su parte, cuenta con 11.000 accionistas minoritarios que entraron en el club adquiriendo acciones en 2009. Ese mismo año Aris trató de llevar el modelo de propiedad de la afición al siguiente nivel, aproximándose más al  modelo alemán. En una propuesta presentada oficialmente en la asamblea general por el entonces presidente del club de baloncesto, el señor Tzevelekis, el plan contemplaba unir a las dos secciones profesionales del Aris, cada una con su correspondiente sociedad mercantil, en una cartera accionarial común, bien controlada por la asociación de aficionados o por el club democrático encargado de las secciones no profesionales. Según la prensa griega el objetivo de la propuesta de Tzevelekis era dar una nueva perspectiva al deporte griego, otorgar más poder a los aficionados y asegurar la preservación de los principios fundacionales del Aris. Es posible que la historia reciente del club fuera diferente si la decisión hubiera sido tomada entonces. Sin embargo a día de hoy, hay novedades que podrían cambiar de nuevo la historia, el impulso adquirido por la idea, los problemas financieros que afronta el Aris en estos momentos, el hecho de que los aficionados aplaudieran la propuesta en la asamblea general y que varios empresarios seguidores del club de Salónica sigan apoyando el proyecto que Tzevelekis presentó en 2009 bien pudieran hacer renacer el plan y que el Aris de Salónica tuviera de nuevo la oportunidad de ser pionero en propiedad de la afición en el deporte griego.

Todos deberíamos volver la mirada hacia Grecia, mientras que los clubes de aquel país deberían aliarse y reformar el deporte griego para su beneficio, el de la sociedad y el de los aficionados. Si un modelo de propiedad de las aficiones  similar al alemán funciona en un entorno tan inestable como es el griego podría funcionar para todo el mundo. Así todos comprenderíamos que una mayor participación de los aficionados solo puede ir en beneficio del deporte en su conjunto y, además, cuando esto sucede la probabilidad de que los clubes no se vean abocados a la desaparición por problemas financieros aumenta significativamente.