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Tras la culminación esta semana de la cesión de la mayoría accionarial al club por parte de José Rabade y Jesús Serna al Levante UD, el club tiene en su poder el 74,71% de sus acciones. Esto significa que los accionistas minoritarios, que controlan el 25,29% restante y que hasta ahora eran meros espectadores de las maniobras de accionistas como Pedro Villarroel o su oscuros sucesores, Serna y Rabade, son ahora los únicos dueños del Levante UD. Queda no obstante pendiente una opción de compra de la mayoría accionarial por un euro a favor del propio Villarroel, opción que con casi toda seguridad no ejercerá ya que le obligaría a responsabilizarse del desfase presupuestario de su gestión, dándose además la circunstancia de que se declaró insolvente recientemente.

El club valenciano está ahora mismo sumido en un proceso concursal hasta que firme el convenio con los acreedores que se espera en unos pocos meses. Es por lo tanto labor de la administración concursal decidir sobre el futuro de esta autocartera cuyos niveles superan el máximo legal y por lo tanto deberá ser vendida.

El Sindicato de Accionistas Minoritarios del Levante UD, miembro de FASFE ,que controla vía sindicación o delegación alrededor de un 10% de las acciones, valora satisfactoriamente este paso dado hacia la democratización y exige que las acciones que ahora forman la autocartera sean ofrecidas primero a los accionistas actuales y abonados del Levante y después al resto del levantinismo y la sociedad valenciana para, de esa manera, culminar el proceso democratizador y alejar a los oscuros empresarios que han manejado los designios de la entidad estos últimos años. El SAM trabaja junto con la administración concursal para ejecutar esta operación no teniendo intenciones de entrar en el Consejo de Administración del Levante.

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