villarroelEl pasado viernes se consumó la catarsis accionarial en el Levante con la firma ante notario de la renuncia del anterior accionista mayoritario Pedro Villarroel a la opción de recompra que ostentaba sobre el 70,3% del capital del club granota. Con esta firma definitiva, Villarroel se desvincula total y definitivamente de la entidad después de una gestión que ha dejado al Levante con más de 80 millones de euros de deuda y sumido en un proceso de concurso de acreedores.

Las acciones ahora forman arte de la autocartera del club, con lo que se puede afirmar que virtualmente el club es propiedad de sus aficionados accionistas minoritarios. "Hemos hecho lo que teníamos que hacer, recuperar las acciones. Y ahora esperamos que los levantinistas surjan y haya una pelea para comprar las acciones", apuntó Vicente Andreu uno de los interventores judiciales del Levante.

Desde el Sindicato de Accionistas Minoritarios del Levante UD, miembro de FASFE, que ha venido siendo parte activa en la democratización del club se muestran satisfechos por el fin de la historia de Villarroel en el club y ya están trabajando para encontrar inversores que garanticen la supervivencia del Levante aunque, con la lección bien aprendida, evitando la aparición de un único accionista mayoritario que pudiera conducir a la gestión personalista y falta de democracia y transparencia de la época que ahora termina.